A propósito del taller Uso
de la imagen para la enseñanza de la filosofía por la profesora Diana
Paredes
El
taller inició con la exposición de la relación entre filosofía e imágenes,
relación que puede ser explotada en función de la enseñanza de conceptos
filosóficos. Esto a raíz de que la imagen puede ser leída e interpretada,
adquiriendo así un carácter textual. En efecto, resulta posible la enseñanza de
contenidos filosóficos por medio de la pintura o el cine.
La
interpretación de las imágenes parte de tres corrientes que son: en primer
lugar, el psicoanálisis, a partir del estudio del inconsciente; en segundo
lugar, la semiótica, la cual, a su vez, está dividida en dos sub corrientes que
corresponden, por un lado, al estructuralismo, donde se analizan factores que
van desde el color hasta el plano, su composición y los puntos que no están enfocados
y, por otro lado, al post-estructuralismo, donde la imagen es caracterizada
como polisémica e infinita en sus significados; en tercer y último lugar, la
historia del arte, donde se analizan factores históricos, sociales y culturales
de donde se produjeron las imágenes.
Para
llevar a cabo dicha propuesta se propone una guía metodológica de la cual, en
el taller, se explicaron tres puntos[1], a
saber: el análisis preiconográfico, donde se describen los elementos que hay en
la imagen tales como color, tamaño, distribución espacial, fuera de foco,
escenario, personajes, gestos, movimientos, etc.; el análisis iconográfico,
donde se pretende dar un nombre a la imagen en contraste con el nombre que
originalmente tiene —si es que tiene alguno—; y, finalmente, el análisis
iconológico, donde se define si la imagen tiende a ser apologética o crítica,
los elementos que yuxtapone la imagen, la población a la cual está dirigida,
los estereotipos que presenta y la caracterización cronológica que tiene un
objeto que está presente en ella.
Ahora
bien, luego de la exposición siguió la parte práctica del taller, la cual
consistió en el desarrollo de los tres puntos anteriormente mencionados a
partir de un texto seleccionado por la profesora Paredes. Para ello cada
estudiante seleccionó un concepto desarrollado en dicho texto. Por cuestiones
de tiempo se acordó un único concepto para así poder desarrollar la guía
colectivamente. Para esos efectos se tomó el concepto de tiempo y se procedió
con la guía. Se seleccionó la pintura La
persistencia de la memoria de Salvador Dali y se siguió la guía descrita
anteriormente.
Dicho
taller fue, al menos para mí, de gran importancia puesto que el uso de la
imagen está dentro del campo de la enseñanza de la filosofía por medio del
cine, tema que elegí para mi trabajo final. Con este taller se me da la
posibilidad de ampliar los horizontes de mi investigación para así poder
desarrollar un mejor trabajo final. Espero poder contar, a lo largo del
semestre, con más talleres que tengan una temática similar a éste.
Finalmente, es necesario afirmar que este
ejercicio resulta muy interesante en la medida en que permite que aquel que
desarrolla la guía plantee las diversas interpretaciones de la imagen, lo cual,
además de afianzar unos contenidos, permite el desarrollo de ciertas
habilidades, como lo son, al menos, las de interpretar, argumentar, entre otras.
En suma, resulta ser un ejercicio muy completo en lo que corresponde a una
didáctica para la enseñanza de la filosofía.
[1] La guía original tiene
cinco puntos, cosa que puede observarse en el documento entregado durante el
taller por la profesora Diana Paredes.