jueves, 24 de septiembre de 2020

Diario, Angie Bernal

17 de septiembre de 2020

Hoy fue un día extraño; sentí que no estaba realmente en mi cuerpo… hace mucho esto no me pasaba, después de esta sensación lloré mucho y ahora ―a unos minutos desde que dejé de llorar― me senté a escribir para entender qué pasó.

Resulta que hoy presente la primera ponencia del seminario, estaba muy ansiosa por ello; minutos antes de la clase estuve temblando, se elevó mi temperatura, se aceleró el ritmo cardíaco y luego lo de siempre: la respiración. Me siento muy mal, me siento incapaz y ridícula, pues en la clase se notaba que el corazón se me salía del pecho.

Me da rabia conmigo y me da rabia con todos ―aunque nadie se burló ni me criticó por estar tan insegura―, simplemente no soporto la idea de que nadie entienda mi estado, probablemente aparenté no haber leído ni entender de lo que estaba hablando.

Pero:


¿Se imaginarán que leí muchas veces el documento?

¿Comprenderán que las palabras simplemente escaparon de mi cabeza?

¿Entenderán que yo tenía mucho miedo?

¿Cómo estarán percibiéndome en este momento?

Sospecho que creen que no me preparé mucho…

 

Y entonces pienso en la interseccionalidad: me parece importante que se piense la estructura de los poderes en relación a diversos elementos, como los son la raza, el género y la clase. No obstante, me pregunto si la interseccionalidad también tiene en cuenta como un factor importante el tema de salud mental. Pues, yo creo que es un factor en el cuál también se violenta y se domina a alguien, por ejemplo, en una hipotética relación en donde la persona X le dice a Y que está loca, esta afirmación invalida lo que piense, diga y sienta inmediatamente, es como si se apropiaran del poder que tiene Y sobre sí misma.

En ese sentido, muchas veces, por no decir siempre, no me siento identificada y siento que no tengo poder sobre mí, me siento segregada, aislada y que no tengo nada que aportar en los espacios.

Pero bueno, es probable que la interseccionalidad tenga que ver con categorías más amplias y no se mete con lo subjetivo, sino con categorías grandes que reconoce a un grupo de gente.

Y bueno, dado lo anterior recuerdo a las mujeres de mi familia: casi todas han tenido que trabajar como empleadas domésticas y en ese trabajar sufrían mucho abuso sexual, imagino yo que porque aún existe ese pensamiento primitivo del trabajo doméstico como esclavitud y con los esclavos se hace lo que a la gente “se le da la gana”.

Si se ve la situación que vivieron las mujeres de mi hogar desde una perspectiva no interseccional, se diría que las atropellan por el hecho de ser mujeres, pero no, no es solo eso; es el hecho de que pertenecieron a una clase muy baja, que las hace pasar necesidad y hace que las perciban como seres inferiores. También tiene que ver con ese color de piel de algunos indígenas… ese color tierra hizo que las pisotearan, que las invalidaran porque para mucha gente del común los indígenas y las personas que reflejan sus rastros son como animales.

A las mujeres de mi familia… mis mujeres las atacaron por su clase, por su género, por su color, por su falta de alfabetización…

A ellas las rompieron en mil pedazos y a cada pedazo lo rechazaron.

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