Estrategia pedagógica en espacios académicos tipo seminario:
diarios filosóficos
Diana Acevedo
Licenciatura en Filosofía
Universidad Pedagógica Nacional
Los diarios filosóficos consisten en un ejercicio
de seguimiento personal a los temas, problemas o preguntas formuladas
a lo largo de las lecturas y discusiones del seminario. El objetivo
es que cada persona asistente al seminario reflexione sobre los
elementos que le llaman la atención del seminario. Estos pueden ser
de diversos órdenes y pueden ser fijadas libremente por la persona
que realiza su diario. Los siguientes son ejemplos de preguntas guía
para los diarios: ¿cómo se siente la persona en la dinámica de la
clase? ¿qué sentimientos, emociones o experiencias le evocan la
lectura de los textos? ¿qué problemas le parecen relevantes? ¿qué
preguntas filósoficas le suscitan las lecturas y/o la discusión de
las mismas? ¿cómo se insertan las discusiones o la experiencia
pedagógica del seminario en el contexto de su vida, sus intereses o
las razones por las cuales estudia filosofía? La razón por la cual
no hay un número de preguntas o temas cerrados para tratar en los
diarios es que al ser ser un ejercicio personal, cada una deberá
desentrañar el modo particular de diario que le interesa o le
suscita la experiencia del seminario. Esta libertad o amplitud de
opciones incluye la elección del formato o soporte que cada persona
considere apropiado para su ejercicio, las opciones varían entre
texto, ya sea manuscrito o en computador, imágen, video, audio, etc.
Las limitaciones al ejercicio son las siguientes.
En primer lugar, el diario debe estar vinculado con el seminario de
alguna manera, no se trata de una excusa para hablar literalmente de
cualquier cosa. Pues si bien los temas, preguntas, problemas o
asuntos que se pueden tratar en el diario son diversos todos se deben
referir a la experiencia de participar del seminario, y ello incluye
las conversaciones presenciales y la lectura y preparación de los
textos. En segundo lugar, el diario debe ser un ejercicio continuado
a lo largo del tiempo que dura el seminario, es decir, la variable
temporal no es prescindible, por ejemplo, no es adecuado hacer todo
el diario al final. Lo anterior responde al hecho de que se trata de
hacer seguimiento a un proceso pedagógico y filosófico, esto es, de
hacer explícitas las transformaciones que le ocurren a las personas
a lo largo de la experiencia del curso y en diversas dimensiones de
la misma.
A lo largo del semestre se realizan un par de
entregas de avances, que permiten a la profesora hacer acompañamiento
del proceso. Esto permite identificar fortalezas o problemas en la
escritura de los diarios, y permite abrir un espacio de
retroalimentación y diálogo que nutre el proceso mientras está en
curso. Al final del semestre, cada persona presenta una
sistematización de la experiencia, que es socializada con todo el
grupo.
Sistematización de diarios filosóficos
Es un documento de análisis de la experiencia.
Hay dos posibilidades de sistematización: primero, a través de
categorías; segundo, a través de preguntas o problemas. En el
primer caso la persona que realizó el ejercicio detecta categorías
transversales a sus diarios, relevantes filosófica o
pedagógicamente. En el segundo caso, la persona detecta entre una y
tres preguntas o problemas que persisten en sus diarios. En ambos
casos, es necesario que tanto las categorías como las preguntas o
problemas estén presentes a lo largo del ejercicio, es decir, que
emergan constantemente en el mismo. El siguiente paso es explicar la
elección de las unidades de análisis: primero, ¿en qué consisten
estas categorías, preguntas o problemas? ¿en qué contextos
emergieron? ¿de qué manera?; segundo, ¿por qué emergen
constantemente en el diario?; tercero, ¿qué vínculo tienen con el
seminario?
A continuación, el análisis cambia de foco y se
concentra en la relación de las unidades de análisis escogidas y
los textos trabajados en el seminario: ¿están presentes los textos?
y, si lo están, ¿cómo los elabora la autora o el autor? En caso de
no estar presentes en los textos, el análisis debe ocuparse de dar
cuenta de posibles explicaciones para esta desconexión.
Luego, cada persona finaliza su sistematización
regresando a la reflexión sobre su experiencia del seminario. ¿Cuál
es su reacción final ante los textos y la discusión de los mismos
en relación con las unidades de análisis que escogió? ¿A qué
conclusiones llega después de este ejercicio? ¿Hay para usted un
desarrollo (una manera de entender, una formulación, etc.) de una
categoría o concepto, de un problema o una pregunta que le permita
cerrar y consolidar qué le queda de la experiencia del seminario a
ese respecto?
Adicionalmente, como los diarios filosóficos son
una estrategia pedagógica en elaboración, quien quiera puede
contribuir a la caracterización de la misma o retroalimentar desde
sus experiencias las fortalezas y debilidades del proceso, o
presentar algunas recomendaciones para futuras implementaciones. Este
ítem es muy relevante pues el objetivo es desarrollar la estrategia
de forma conjunta con las personas que la usan en el aula y, por
ello, sus opiniones y perspectivas son muy imporantes para orientar y
darle forma a la propuesta.
La sistematización se entrega por medio de un
informe que debe tener al menos las tres partes que se indican.
Adicionalmente, cada persona prepara una pequeña exposición oral de
su sistematización para la socialización con el grupo.
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