viernes, 16 de septiembre de 2016

Carta, Diana Carolina C. Botero

Bogotá, 1 de septiembre de 2016

Estimada Lucia,

Acabo de leer un minicuento de Edward Lane llamado Bahamut. Esta pequeñísima jácara habla de la creación de la tierra, pero que ésta no se sostenía a sí misma, si no que algo, diferente a ella, lo hacía. A su vez, esto que era el sustento de la tierra era sostenido por otra cosa más. Ese es el cuento, bajo una cosa, hay otra. Pero hay algo que, podría decirse, sostiene todo lo sostenido: la oscuridad. “Pero el toro no tenía sostén y así bajo el toro creó un pez llamado Bahamut, y bajo el pez puso agua, y bajo el agua puso oscuridad, y la ciencia humana no ve más allá de ese punto”.

Luego de leer a Lane me quedé pensando sobre aquello que sostiene nuestras creencias, y si existe algo así como un principio de donde éstas parten. Hablo de las creencias, también llamadas opiniones, porque son las cosas que más se acercan a nuestras experiencias y sensaciones y pueden ser un punto de partida. Pensemos en la opinión acerca de la naturaleza, ¿qué es para nosotros esto tan cotidiano que vemos en cualquier lugar y que puede aparecer en cualquier rincón de la casa? Primero, yo diría que son variadas las maneras en las que se puede hablar de naturaleza. Se dice que hay cosas que son “por naturaleza”, como los animales, los hombres, la tierra y el agua –que nombra Lane en su cuento–, el fuego y el aire. Estas cosas que son por naturaleza son por sí mismas y no por algo más, no hay algo que las sostenga, son simples. Estas cosas que son por naturaleza también tienen un lugar natural, algo así como una dirección hacia donde tienden o se dirigen. Como en el caso del fuego que tiende hacia arriba. Además, tiene un principio interno de movimiento. Otro sentido en el cual se puede decir naturaleza es en el que las cosas “tienen naturaleza”. Por ejemplo, la cama. Ésta tiene naturaleza debido a que está hecha con madera y ésta viene de la tierra. Otro sentido de predicación de la naturaleza es “de acuerdo a la naturaleza”. En este sentido se puede hablar del desplazamiento como algo externo a la cosa misma. Externo porque el movimiento no es algo que tenga en sí mismo, sino que yo se lo proporciono a la cosa inanimada. El segundo y el tercer sentido en que se dice naturaleza corresponden a la relación, es decir, se componen por medio de una relación, ya sea naturaleza-artefacto (tienen naturaleza) o cosa inanimada-principio externo que se da de acuerdo a la naturaleza.

Espero no haberte confundido más y hasta una próxima oportunidad.

Recuerdos,

Carolina

Tema: Aristóteles, Física Libro I, 1; Libro II, 1-4, 7-9

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