Bogotá, 17 de octubre de 2020
Mientras las mujeres cocinaban y zurcían, los hombres se encargaban del huerto y de la caza. (...) Además, todo apunta a que la división del trabajo entre los sexos no fue siempre tan rigurosa y que, en ocasiones, los hombres trabajarían en la cabaña y las mujeres podrían haberse ocupado del huerto y, quizá, incluso, haber participado en la caza.
Angela Davis
Hay que realizar lo posible para alcanzar lo posible
Simone Weil
Yo llegaba al mundo deseoso de desvelar un sentido a las cosas, mi alma plena del deseo de comprender el origen del mundo y he aquí que me descubro objeto en medio de otros objetos.
Frantz Fanon
Mink'a – Hogar
Deseo transitar el sendero de la palabra con la paciencia de un viejo y su bastón.
Deseo que mi actividad sobre la palabra sea agrícola. Quiero sembrar vida.
Deseo que mi trabajo en el mundo se alinee con el de la minga.
Un trabajo colectivo para lograr un propósito común: el buen vivir.
Que la filosofía sea el lar donde mis camaradas y yo entretejamos sueños.
La condición que haga posible la resistencia y la acción directa.
La oportunidad para compartir, intercambiar, consolidar lazos comunitarios y tejer sociedad.
¿Por qué los espacios académicos que "habito" no son aquel hogar donde nos dividimos el trabajo mancomunado de reconocernos?
¿Por qué es οἶκος en vez de espacio afectivo?
Algunos "hombres" confinan, en ese οἶκος ─con sus discursos de saber-poder─ a las compañeras (mujer-adentro).
Les creen incapaces de la μετανοῖεν,
y salen al ἀγορά, pletóricos, arrogándose la filosofía, la política y la historia para sí.
Creen que Πόλεμος sólo les corresponde a ellos.
Burdos insensatos.
Las compañeras, ni Helena ni Penélope son.
Y yo no soy ni Manoni, ni Ulrich ─esos dos me dan asco─.
Asco.
Yo postulo la superación del οἶκος y el fin del pater familias.
Sólo quiero ese hogar, donde el trabajo nos haga felices.
***
Me arrepiento de ser tan iluso, yo...
Que antes quería ser un hombre entre los hombres...
Enamorado de un reflejo obtuso y distorsionado.
El río de Narciso ya no es mi río.
Mi río, quizás, sea el río de la serpiente.
O el río de Borges que supera al heraclíteo.
Este lenguaje no es mi lenguaje, no es mi sendero.
Deseo encontrar mi sendero... Y una vez lo haga...
Transitarlo con la paciencia de un viejo y su bastón.
Hay una allagmática de la liberación que merece emerger.
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