viernes, 29 de enero de 2021

Diario, Angie Daniela Bernal

26 de octubre de 2020

Sobre el miedo al curso natural de la vida

Empezaré este diario diciendo algo que no digo comúnmente: me siento alegre. Sí, me siento positiva, pues en este mismo instante soy capaz de mirar hacia el pasado y notar con orgullo que mi pensamiento se ha transformado. Mi presente es distinto a lo que imaginé hace ya muchos años y ahorita temo al futuro.

Pasado: siempre fui una persona retraída, callada, tímida, distante, asocial, miedosa y autodestructiva. Además, siempre tuve una conexión y relación muy buena con mi mamá: ha sido la mujer más admirable que me ha podido guiar.

Para mí es extraño recordar que aproximadamente a los 9-12 años deseaba casarme, deseaba tener hijos, casa, carro… en fin, lo típico. Es extraño para mí porque mi mamá nunca me habló de ello, nunca me inculcó aquellos deseos ni maternales ni de pareja. De hecho, ella siempre me decía que estas cosas eran un impedimento, una cadena para seguir adelante y para ser libre.

[Leyendo a Angela Davis traje estos recuerdos a mi mente, pues pienso en esas mujeres blancas que aunque no eran esclavas se sentían como tal].

Mi mamá no era una mujer académica, pero llegó a tal conclusión por la relación que tuvo con distintos hombres que la dejaron embarazada, sola y cuidando de todos. Ella estaba convencida de que el matrimonio e incluso el amor por alguien limitaba la mente y el cuerpo de nosotras: las mujeres. Por eso me parece extraño mi deseo…

De pronto por mi extrema introversión repetía cosas que escuchaba, quería ser como otras compañeras, como otras familias o tal vez quería demostrarle a mi madre que no tenía razón, qué sé yo…

Presente: en la actualidad me encuentro en una realidad diferente, ahora entiendo a mi mamá y entiendo a Angela Davis cuando hace una comparación de las mujeres negras esclavas con las mujeres blancas (aunque se esté hablando de un contexto distinto). Soy capaz de entender que incluso la institución familia esclaviza a las mujeres bajo métodos más sutiles: la manipulación y el amor.

Cuando mi mamá falleció mi hermana y yo pasamos de casa en casa porque no teníamos un padre que nos apoyara, dada esta situación reconocimos que en otras familias nos exigían cosas a las que nosotras no estábamos acostumbradas: lavar para otros, cuidar a otros, cocinarle a otros, arreglar, limpiar… y bueno, es necesario aclarar que estas exigencias se debían en gran medida a que somos mujeres.

Desde entonces mi deseo infundado (que algunas personas llaman instinto) por ser madre se fue y se ha ido alejando cada vez más.

Por ello mi alegría y optimismo el día de hoy (además por pura coincidencia hacer sol) siento que mi pensamiento se ha liberado, ha estado tranquilo y siento que mis deseos son propios… no una copia por encajar. Es probable que personas de la universidad o cercanas a lo académico les parezca algo obvio o poco importante mi alegría… pero para mí esto es muy grande.

De donde vengo duermen 5-7 personas en una habitación, el desorden es inmenso, la pobreza absurda, hay muchas (os) niñas (os) y la responsabilidad, la culpa y el cuidado es de las mujeres. Así que llegar hasta aquí, así sea retraída, callada, tímida, distante, asocial, miedosa y autodestructiva, es un paso muy grande y positivo para mí. Entender las cosas que leo es un paso enorme y sobre todo, decidir cómo quiero ser es algo maravilloso. Por esto sonrío.

Futuro: aunque mi pensamiento se ha transformado y mis deseos son más conscientes temo por mi futuro, pues no me gusta pensar en ello.

Temo porque hay cosas que son inevitables sobre todo en este momento que convivo en pareja, pues mis ideales empiezan a ser más flexible y comienzo a pensarme en equipo, sin embargo, eso me atemoriza ya que no quisiera caer en lo que ahora rechazo: el deseo de la familia feliz con casa, carro, hijos… etc.

En este momento me pregunto si terminaré yéndome hacia ese camino, si me sentiré frustrada, si me sentiré esclavizada al curso natural de la vida, si dejaré de sentirme libre, si priorizaré los deseos de mi compañera, si…


Dejaré una pregunta para mí, espero responderla conscientemente en algún momento (mi mamá indubitablemente respondería que sí):

¿Todo matrimonio, relación y/o vida compartida con la persona amada es esclavizante?

Por ahora comprendo y asumo mi constante cambio, es como dice Rebeca Lane en una canción llamada Mujer Lunar «soy mujer, soy un ser lunar, cambio como la luna de blanca a oscura»

Dejo la canción para compartirla y porque creo que va muy bien con los capítulos 2-5 de Mujeres, Raza y Clase de Angela Davis.

https://www.youtube.com/watch?v=XO7GZmwQCb8





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