jueves, 27 de abril de 2017

Angela Bohórquez, Carta a Steveen Duran

Querido Steven:

La filosofía ha sido icono de la curiosidad en el ser humano y su estudio abarca ampliamente innumerables áreas del saber. Tú y yo no hemos sido ajenos a ella y hemos querido estudiar ese saber.

No obstante, este gusto, poco común, podría decirse, comienza en diferentes épocas en cada individuo, o por diversas situaciones en la vida del mismo. En mi caso, la filosofía llegó a mí en la escolaridad, el gusto por la historia y la mitología griega comenzó a crear el deseo de comprender y aprender más. Pero fue tiempo después que comencé a estudiarla. Un tiempo en el que mi estado de salud no era bueno y esperaba no muy buenas noticias, pero no fue así, lo malo se disipó y vi en ello otra oportunidad de ver la vida a mi completo gusto, de dejarme a llevar por lo que quería sin ninguna responsabilidad sobre mí.

Entre todo lo que me propuse hacer, estaba estudiar filosofía, algo que llevaba tiempo aplazando y que por innumerables motivos no había podido llevar a cabo.

Lo decidí, y en pocos meses estaba estudiando esta querida carrera, y qué mejor que licenciatura, el arte de la enseñanza.

Mi experiencia hasta el momento ha sido muy grata, no hay comparación en estudiar lo que realmente se quiere y sin pensar, dejarse llevar por los gustos, por las pasiones como lo es el aprendizaje.

Apreciado Steven, te cuento mi experiencia filosófica, me encantaría conocer la tuya.

Con cariño,
Angela Bohórquez.

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