domingo, 30 de abril de 2017

Angie Bernal, Carta a Karen Aristizábal

Bogotá, 21 de febrero de 2017

Karen

En la primera carta que recibí de su parte me sentí un poco ajena a ella, parecía que cualquier persona podría ser el destinatario, sin embargo, me gustó leerla, escribe de forma fluida y poco técnica, cosa que valoro mucho.

Por otra parte, espero que en el próximo encuentro epistolar pueda empaparme un poco con lo que piensa, para que de esa manera yo pueda responderle algo o podamos tener un diálogo. Por ahora, le contaré un poco acerca de cómo fue mi camino para llegar a esta licenciatura. 

Desde que entré al jardín cuando era pequeña quise ser maestra y esto se dio porque yo odiaba el colegio y a los niños con los que TENÍA que relacionarme, era un ambiente hostil para alguien muy tímida como yo; la única forma de hacer mis días más tranquilos era concentrarme solo en mi profesora: ella era dulce y tierna con todos los niños, a pesar de lo “patanes” que pudieran ser muchos de ellos. La actitud de la maestra, esa forma de hacerme sentir tranquila me hizo desear ser maestra. Yo quería generar ese bienestar en otros niños.

En ese sentido, mi amor por la docencia tuvo que ver más con una “experiencia emocional” (por decirlo de alguna forma) y no porque no pude dedicarme a una “actividad sustantiva” como dice en una cita Roberto Follari citando a T. Adorno.

Este deseo de ser maestra nunca me abandonó, las que me abandonaron eran esas “actividades sustantivas”, pues yo no decidía en qué materia quería profundizar, de hecho, a lo largo de los años eso no me importó mucho, ser docente de matemáticas, biología o de sociales era lo de menos.

Sin embargo, ya se acercaba el momento de enfrentarme a un encuentro en donde yo iba a ser maestra (por estudiar en una Escuela Normal me enfrenté a esto a una corta edad) era muy difícil en un principio porque yo no estaba formada para eso… de hecho no estaba formada en nada ni para nada.

De forma paralela yo debía responder por las asignaturas comunes y con el sentimiento de haber perdido a mi mamá. Menciono esto último porque fue relevante en mi decisión. 

En un principio la pérdida de mi madre no parecía ocasionar sentimiento alguno en mí... ahora sé que estaba en “shock”, parecía que no sintiera nada y por eso estuve bien unas semanas, podía lidiar con mi estudio sin problemas. 

Sin embargo, la clase de Filosofía y en especial la forma de dar clase de la maestra empezó a penetrar esa “coraza” de “insensibilidad” que tenía y fue por esa clase y esa maestra que comencé a preguntarme por la muerte. Volvió a mí esa “experiencia emocional” en donde la profesora me rescata de algún tipo de muerte. Fue allí donde lo decidí, en donde elegí ser docente de Filosofía. 

A pesar de mi decisión yo seguí por un enfoque más pedagógico y no fui cuidadosa como usted en formarme en las letras, en formarme en política o cultivarme en esos saberes, aun así todo mi trabajo me llevaba a lo mismo. Tuve un proyecto de investigación con niños de educación especial y este consistía en pensar ¿qué es el cuerpo? Pero específicamente ¿qué significa ser cuerpo en la escuela? ¿qué es ser cuerpo en educación especial?

Sin duda, todos mis referentes eran filósofas y filósofos, y con ayuda de sus obras pude sacar adelante la investigación, cosa que fue muy criticada por el desconocimiento de su contenido… pero me sentí muy bien con ella.

Ya para finalizar, me hubiese gustado saber si ese deseo de estudiar esta licenciatura se calmó después de haber sido aceptada ¿cumplió con sus expectativas? ¿le gusta la carrera? ¿cree que hay mucha diferencia entre estudiar lic. en Filosofía y ser filósofa? ¿hay algo que la asuste de esta carrera?

Por mi parte con respecto a esta última pregunta, diría que me asusta desanimarme por el poco valor que se le da al maestro y me da miedo que esto repercuta en la forma de dar las clases… en mi calidad.

Menciono esto partiendo de una cita de un texto de Katherine Esponda donde dice que “la educación no mejora, mientras la condición de los docentes sea fuertemente carenciada” pues las condiciones que me den influyen mucho en mi tranquilidad y estabilidad y esta influye en la forma de acceder al aula…

A pesar de estar tan segura de esta carrera, tengo mucho miedo de lo que yo pueda hacer con ella, tengo el poder de construir … pero también de destruir sujetos.

¿no le da miedo? 

Angie Bernal

Carta Manuscrita (p. 1)

Carta Mnuscrita (p. 2)

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