domingo, 30 de abril de 2017

Angie Bernal, Carta a Karen Aristizábal

Bogotá, 7 de Marzo de 2017

Karen

Hola, ahora que nos escribimos tan seguido y conocemos más de lo que pensamos, escribiré como realmente escribo; antes escribía con letra separada para que me entendiera. Pero… ¿qué tan sincero puede ser el acto de escritura si finjo mi letra?

Bien… con respecto a lo que me pregunta, sí, pienso que de todo aprendemos. Sin embargo, mi inquietud va enfocada a ¿cómo saber si el camino es correcto y no estoy siendo violenta? Porque yo puedo sentirme muy cómoda con una perspectiva educativa y creer que es la indicada para que las personas se construyan, pero tal vez también yo esté creando sujetos e imponiendo formas. Es que el acto educativo no es del todo consiente.

Perdóneme por divagar. Tengo muchas preocupaciones… pero bueno, creo que es importante un poco de frustración en el acto de educar - el caos es necesario.

Ahora bien, me concentraré en lo que me pregunta al final, sobre la formación de mi abuela, madre…

En primer lugar, creo necesario comentarle que no conocí a mi abuela, ella murió mucho antes de que yo naciera. Pero ella vivía en Caquetá, era una mujer del campo: muy trabajadora. Murió años después de llegar a Bogotá donde tuvo a mis tías y mamá.

A pesar de que ellas no nacieron en el campo, se educaron de la misma manera. Madrugaban a hacer labores de la casa y desde muy pequeñas aprendieron del trabajo familiar, este era la preparación de habas y maní, para venderlos en Monserrate.

En muchas ocasiones ellas terminaron muy mal por ese trabajo. Por ejemplo, mi mamá se quemó con una olla llena de aceite caliente cuando era muy pequeña.

Su educación estuvo enfocada al trabajo, aunque ya después cada una de mis tías tomó caminos diferentes: una de ellas se fue a un internado de monjas. Otra quedó embarazada muy joven y dejó de trabajar, mi tía más joven entró a trabajar como empleada del servicio desde que cumplió 14 años.

Ahora que le escribo estas cosas, noto que debido a nuestra condición económica y “mala” educación mis tías y mi mamá tuvieron que ser amas de casa, empleadas domésticas y en muchas ocasiones fueron violentadas por sus esposos y quedarse todas solas y llenas de hijos.

Pienso que fue por la economía, ya que veo a otras mujeres de la edad de mis tías, que tienen trabajos mejor pagos y valorados, la diferencia es que unas pudieron acceder a la educación y no tenían que trabajar para vivir.

En mi caso cambió un poco la situación, yo tuve la posibilidad de estudiar, sin embargo, siempre estuvo la idea de fondo de que trabajaré y tendré una estabilidad económica para “mantener a mis hijos en caso de que mi esposo me deje”. Eso le da paz a mi familia, piensan que en eso consistirá mi vida.

Es un poco doloroso esto que cuento. Veo que somos cuerpos construidos o diseñados y también nuestros intereses. Además, si te sales de esta forma de ser y no tienes pareja, hijos… etc. serás rechazada, o así lo vivo yo.

Me encuentro luchando por lo que creo que soy y quiero ser, pero parece que esto agrede a mis familiares, es como si luchara para mí destruyendo a otros, a otros que amo…

¿No le parece triste? No lo digo por mí, lo digo porque no soy la única, muchas pasan por esto… quisiera saber ¿qué piensa de los cuerpos impuestos que somos? ¿qué piensa que es una mujer? ¿cómo es una mujer?

Por mi parte, creo que si mi familia me configura de cierta forma, el colegio de otra, la Universidad de otra, mis amigos otra… y yo otra, mi cuerpo se siente conflictuado. Ya no sé qué cuerpo tengo… cuál debo tener.


Angie Rico

Carta Manuscrita (p. 1)

Carta Manuscrita (p. 2)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario