Juan Diego Beltran
Seminario de Filosofía Antigua. 2020-2
Diario Filosófico.
Segunda entrega.
Sobre las dificultades para llegar a conocer la substancia.
Quise aprovechar este espacio y expresarme. Escribo, intentando poner sobre la mesa el problema de la definición y el conocimiento trabajado en Top y Apo. II, 1-7. La estructura pretende ser poética y rescata un poco esa posición escéptica frente a las cosas que vemos en la escritura de Descartes, sin embargo, el contenido nace en la filosofía Aristotélica, específicamente, en la diferencia entre lo que es algo y lo que se dice de algo, el papel de la definición respecto a la substancia y la condición humana respecto al conocimiento.
¿Qué es algo?,
¿Quién soy yo y qué es lo que está en frente mío?,
¿Puedo demostrarlo si aún no sé si es o qué es?
Lo que está allí, en frente, ¿hace parte de mí?,
¿Soy yo quien tiene su sentido?, ¿acaso tiene un sentido?
Y si lo tiene…
¿Ese sentido es comprensible para mí?
Y si lo es…
En qué nivel lo comprendería, ¿igual a las demás especies?
Y si es así….
¿Qué me hace diferente…?
Y si por necesidad lo defino,
si por lingüística requiero de una palabra o de una definición para mencionarlo….
¿Qué tan real es eso?, o más aún, ¿qué tan cercana es esa definición a lo que sucede fuera de mi cabeza?
¿Qué tanta relación hay entre lo que digo de algo y lo que es ese algo?,
Una relación que tambalea…
Pero que sucede, y nace de una substancia que se expresa de manera múltiple…
Quizás solo esté en un delirio….
En una búsqueda interminable en el afán de saber….
Inevitable, por mi naturaleza humana,
Interminable, por mi condición racional…
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